
El grupo de padres empezó a llegar al establecimiento a partir de las 21 hs. del domingo para conseguir uno de los 50 cupos que se ofrecen, soportando la lluvia torrencial que cae por estas horas sobre la ciudad. En estos momentos comparten empanadas y bebidas mientras escuchan música, todo este sacrificio para poder brindarles una buena educación a sus hijos.