María Luz Barrios, Licenciada en Nutrición que atiende en Santa Lucía los fines de semana, fue entrevistada por un medio nacional, mas precisamente por el diario Clarín para su sección “Buena Vida”, en la cual se informa sobre la constipación. Dicha publicación fue realizada por Carla Lioi, en la que se varios profesionales explican cuestiones referentes a este problema. A continuación Comunidad Santa Lucía transcribe dicha publicación:
CLARÍN - BUENA VIDA
SALUD - GASTROENTEROLOGÍA
Contra la constipación
POR CARLA LIOI / ESPECIAL PARA BUENA VIDA
Una dieta inadecuada, falta de actividad física y abuso de laxantes son las causas principales de este problema, que afecta a ambos sexos, sin distinción de edades. Su tratamiento; consejos para evitarlo, y la importancia de ingerir agua.
Existe un mito según el cual las mujeres son las más afectadas por el tránsito lento, pero la realidad es que los hombres sufren el mismo problema. Son cada vez más comunes las visitas al proctólogo por las fisuras y contracturas anales, producidas no sólo por el estrés cotidiano, sino también por la mala alimentación y la retención.
Otros grupos afectados son las mujeres embarazadas y las personas de edad avanzada, sobre todo durante los viajes, con sus correspondientes cambios de hábitos, rutina y horarios.
En los chicos, el estreñimiento también está presente, usualmente cuando reprimen el deseo de evacuación. Por ejemplo, si se encuentran en un baño ajeno. Otro grupo que se suma es el de los bebés, generalmente después de cumplir el año, y ocurre cuando hacen gran esfuerzo para defecar. Esto se llama pseudo-estreñimiento.
“En cada caso, esta problemática puede dividirse en constipación con tránsito colónico conservado, tránsito colónico lento y constipación del tracto de salida. En los dos primeros casos, es habitual que el paciente no tenga deseos de evacuar y en el último, el deseo está pero la incoordinación entre el pujo y la relajación del esfínter anal no lo permite”, indica José Tawil, médico gastroenterólogo del GEDyT y miembro de la Sociedad Argentina de Gastroenterología.
Cambio de hábitos
La alimentación es uno de los pilares del tratamiento: una inadecuada ingesta de nutrientes, así como el estilo de vida sedentario, no ayudan a nuestra salud.
“Por eso, el tratamiento es llamado higiénico-dietético, tomando la palabra higiene con el significado de conservación de la salud, prevención de las enfermedades y dieta como un modo de vivir, es decir, que el cambio en la manera de alimentarnos debe ser de por vida”, aconseja María Luz Barrios, Licenciada en Nutrición del Instituto Santa Lucía, de la provincia de Corrientes.
“Lo más importante es aumentar el consumo de fibras y aumentar la cantidad de ejercicio físico para fortalecer los músculos abdominales y lograr la evacuación. Otra clave es comer lentamente y no permanecer durante tanto tiempo sentado. Es fundamental la acción de no reprimir el deseo de ir al baño. El ejercicio de fijar un horario para ir al baño todos los días en un lugar donde nos sintamos cómodos e incluso masajearnos la zona abdominal en forma de círculos en sentido de las agujas del reloj va a ser de gran utilidad para la liberación diaria”, agrega la nutricionista.
Los enemigos
Quesos, sobre todo, los de pasta dura.
Hidratos de carbono (harinas) refinados, como facturas, pasteles, galletitas.
Snacks, productos de copetín, industrializados, salchichas.
Alimentos con efecto astringente como el vinagre, arroz, tostadas, membrillo.
El uso excesivo de de sal y azúcar.
Platos procesados y embutidos, por su cantidad de sal y conservantes, alimentos refinados, empanadas, chocolate, tartas, dulces y pasteles.
Los amigos
Verduras (crudas y en especial las cocidas).
Legumbres: garbanzos, lentejas, alubias, habas.
Frutas frescas (con piel) y cocidas como compotas.
Yogures, ya que son reguladores intestinales (se les puede agregar, semillas, salvado, cereales, frutas)
Frutas secas, como las ciruelas pasas e higos.
Pan de trigo, centeno u otros cereales integrales.
Semillas como sésamo, chía, quinoa, lino, amapola (además aportan omega 3 y 6).
Abuso de laxantes
El uso excesivo de laxantes hace que el intestino se vuelva dependiente de estos productos y, en consecuencia, traiga complicaciones.
Se recomienda su uso sólo en casos específicos, como, por ejemplo, un viaje. En muchos casos, la ingesta de laxantes irrita y produce cólicos. Lo ideal es reemplazarlos por una alimentación rica en fibras, vegetales y frutas, ya que el organismo se habitúa a estos productos. Al acostumbrarnos a los laxantes, aumentamos cada vez más la dosis, lo cual resulta muy peligroso.
“La inflamación crónica del colon y los dolores intestinales son la consecuencia directa del uso abusivo de laxantes”, explica el Dr. Ricardo Wainstein, especialista en Proctología y Fellow del Colegio Norteamericano de Cirujanos.
Y agrega: “Es fundamental incluir a la dieta diaria el hábito de beber dos litros de agua, y en el caso de comer quesos, carnes o alimentos que usualmente constipan, acompañarlos con vegetales”.
