Tiempo Santa Lucía

13 diciembre 2014

399 aniversario de la ciudad de Santa Lucía


Santa Lucía de los Astos, fué fundada por disposición de Don Hernando Arias de Saavedra, conocido como "Hernandarias", en la desembocadura del rio Mepemé, hoy río Santa Lucía en el año 1615. Ese lugar es conocido como Taba-cué (pueblo viejo, en guaraní) y estaba en las proximidades del actual paraje "Rincón de Soto", pero sus costas se desbarrancaron y ya no queda nada.

Sus primeros pobladores eran todos indígenas que formaron, bajo la dirección de los Padres Franciscanos, una "reducción", donde fueron adoctrinados en la Fe Cristiana. Tenían una humilde capillita de adobe donde veneraban una hermosa imagen de la Virgen y Mártir Santa Lucía que había sido traída por la familia de los Astos.

Como los otros indios de la otra orilla del Paraná, del llamado Chaco Santafecino, incendiaron y robaron la reducción en dos o tres oportunidades, los Padres Franciscanos resolvieron trasladar la población a un lugar más seguro, a una legua de distancia, sobre la margen derecha del Rio Santa Lucía y lejos de la costa del Paraná. Eso fué en el 1716.Aquí volvieron a levantar una humilde iglesia para venerar en ella a su querida patrona. Alrededor del año 1770, el Padre Doctrinero, Fray Juan José Pereyra, levantó una nueva capilla de adobes, pero un temporal la destruyó. Fué entonces cuando decidió levantar una iglesia mas grande y fuerte, de ladrillos. Enseño a los indios a fabricarlos y descubrió, a una legua de distancia del asentamiento, una cantera de cal. Contrató a un maestro europeo que diseño la construcción, de estilo colonial y se empeño con alma y vida a llevar adelante la obra. Tardó casi 20 años en construirla y al final trajo, de las misiones de Yaguarón, actual República del Paraguay, a dos artesanos especializados en la fabricación de retablos, Don Gaspar Bogarín y su hermano, Nicolás, para que fabricaran el que actualmente nos admira con los nichos de la Santa Patrona y de otos santos. A la muerte del Padre Pereyra, acaecida el 18 de julio de 1790, estaba concluido el cuerpo principal de la iglesia y su sacristía, y comenzadas las obras de carpintería y las habitaciones parroquiales.
El pueblo de Santa Lucía muy humilde en sus comienzos, fué creciendo lentamente y con muchos altibajos, pero siempre bajo la guía de sus pastores, los sacerdotes Franciscanos.

Pocos años despues de la independencia, deja de ser "reducción" y se convierte en "villa" y su organización pasa a manos de los civiles. En tiempos del Gobernador Juan Pujol, se decide transformarlo en "Departamento" bajo el nombre de Lavalle. Eso fué alrededdor del año 1860. Avanzado ya el siglo XX fué declarada ciudad.

En 1881 un sacerdote de origen italiano, titulado "Misionero Apostólico Franciscano", Fray Eugenio Luchesi, que anteriormente había misionado en el noroeste argentino y que realizó un viaje a Buenos Aires para traer ornamentos y utensillos necesarios para el culto, sufrió un asalto en el que le exigieron los bienes de la iglesia. Como se negó, lo torturaron y finalmente lo colgaron y degollaron en una casa habitación, como consta en el Libro de Defunciones de nuestro archivo parroquial. Un sueño misterioso del sacerdote y de uno de los chicos del Hogar Parroquial "Fray Eugenio Luchesi", permitió descubrir el lugar donde seguramente él, guardó donaciones de la gente del lugar, consistente en monedas de oro.

El Padre Eulogio Justel, escritor y periodista, escribió una breve historia de la localidad y de la iglesia, alrededor de 1920, y solicitó se la declarará "Monumento Histórico Nacional", lo que se consiguió en 1942.

El Padre Pablo E. Mezquóriz, sacerdote de origen español, que rigió la parroquia en la década del 40, tuvo también una fecunda labor pastoral y social y ha sido siempre muy bien recordado.
Actualmente la ciudad de Santa Lucía es centro de un intenso trabajo hortícola, principalmente tomates y pimientos, y ha sido declarada sede de la "FIESTA NACIONAL DE LA HORTICULTURA".