A fin de ejecutar acciones concretas para el rehabilitar a quienes padecen adicciones, los obispos de las tres Diócesis de Corrientes hace tiempo estaban realizando gestiones para poder abrir una delegación de la Fazenda de la Esperanza, una comunidad terapéutica con origen en la Iglesia de Brasil. Ayer, se concretó una nueva reunión en Goya, en la que acordaron que cuando reciban el visto bueno de la empresa constructora, iniciarán los trabajos para el centro que se erigirá en Santa Lucía.
Precisamente, tal como lo había informado El Litoral, estaba previsto que arribarán autoridades de la mencionada entidad para poder avanzar con el acuerdo. “Nos están visitando el responsable del Cono Sur- Uruguay, Paraguay, Argentina, Chile y Bolivia - Marcelo Rodríguez y Analía Rodríguez que es precisamente la coordinadora regional de las fazendas”, contó el párroco de Santa Lucía Alberto Altamirano en diálogo con El Litoral.
Precisó luego que se concretó una reunión con el obispo Ricardo Faifer y el coadjutor, Adolfo Canecín como así también con otros integrantes de la Diócesis para ultimar detalles para la instalación de la Fazenda de la Esperanza en Santa Lucía.
“Se estuvo trabajando en la escrituración de las tierras que fueron donadas. Es decir, pasan a ser registradas a nombre de la Fazenda”, explicó Marcelo Rodríguez a El Litoral. Tras lo cual acotó que “los recursos para la construcción ya están porque fueron aportados a través de una colaboración proveniente de Suiza”. Sobre esto, Analía Rodríguez agregó que “en un rato nos reuniremos con la empresa que se haría cargo de la construcción. Cuando estén en condiciones de arrancar las obras ya se pueden ejecutar”. Aclaró en este punto que “los trabajos demandarían un plazo de aproximadamente siete meses”.
Una vez que las instalaciones estén disponibles, “se iniciará el proceso para la puesta en funcionamiento. Se designará un responsable de la Fazenda donde se recibirán a chicas que se quieran recuperar. Es un tratamiento conjunto con la familia, su apoyo es fundamental”, aseveró Rodríguez.
Canasta y proyecto
A modo de ejemplo, graficó luego que “quienes estén en recuperación elaborarán panificados, dulces y harán manualidades. Sus padres deberán comprar una canasta de esos productos y venderlos en la comunidad. Es un trabajo en conjunto en el que si o sí tienen que estar involucrados los integrantes del grupo familiar”. Una experiencia similar ya están desarrollando en distintos lugares de nuestro país con ocho fazendas: dos femeninas y seis masculinas.
Por último, acotaron a este diario que “para la fazenda de Mercedes que estará destinada para los varones ya están los fondos, sólo resta avanzar en cuestiones técnicas relacionadas con la donación del terreno donde funcionará la comunidad terapéutica.
